Es esa sensación que te deja sin respirar, ese momento del dia en el que te preguntas que hacer con tu vida, aunque sepas que eres demasiado joven para responderla, esa necesidad que tenemos de querer a alguien especial en nuestro día a día, de no querer estar solos nunca, porque queremos compartirlo todo, tanto bueno como malo, de querer ayudar a todo el que lo necesita, a veces porque somos buenos amigos otras solo por ser cotillas. Esos días de llorar por nada y de reír por todo, esa montaña rusa de vida que tenemos. Que queremos ser independientes pero no podemos, que soñamos con una vida perfecta que muchos no tendrán, pero en definitiva, lo mejor de ser adolescente, es que todo te da igual.
